Jaime Vallaure trabaja en el entorno de la performance, la edición, las artes visuales y la experimentación conceptual, actividades que combina con la enseñanza de performance. A comienzos de los 90 presenta sus primeros trabajos videográficos como Tía Berti, Un regalín para la hija del portero y en colaboración con Rafael Lamta El ABC de la Performance o 7 cuentos para la Cárcel de Carabanchel, al tiempo que inicia su trabajo de experimentación performativa a través de proyectos que investigan los flujos de intercambio social, como Distribución por azar caprichoso de 50.000 pesetas o Se venden o cambian fotos de carnet. Ha sido miembro fundador y componente activo del proyecto de investigación creativa en torno a la performance Circo Interior Bruto CIB, así como del espacio de creación independiente y autónoma Zona de Acción Temporal ZAT. Desde el año 1999 junto a Rafael Lamata forma parte del dúo Los Torreznos con el que ha participado en numerosos festivales tanto a nivel nacional como internacional así como en el Pabellón Español de la 52 edición de la Bienal de Venecia. En el año 2014 el CA2M Los Torreznos presentaron la muestra Cuatrocientos setenta y tres millones trescientos cincuenta y tres mil ochocientos noventa segundos como retrospectiva de sus catorce años de trabajo conjunto.
Entre sus últimos proyectos destaca la investigación performativa a partir del dibujo que se infiltra en galerías de arte como El porvenir de una obsesión (2011), o Lo latente (2018); y proyectos escénicos, en los que reflexiona sobre el paso del tiempo y las transformaciones del cuerpo físico y el cuerpo social como en La Mitad (una celebración) (2016) o poniendo en crisis desde el humor las relaciones afectivas padres-hijos, como en La inconsistencia de los hombres (2017). Su actividad se mueve de manera pendular entre la creación colectiva y el pensamiento unipersonal.